Historia de una escalera, teatro de anhelos frustrados

Historia de una escalera

Antonio Buero Vallejo

  • Edición: Luis Iglesias Feijoo y Ana María Platas Tasende
  • Ilustraciones: Victor G. Ambrus

En una escalera de vecindad se entrecruzan durante treinta años las vidas de varias familias. Son personas sencillas, madres y padres que se preocupan por el bienestar de sus hijos, jóvenes que anhelan cambiar el mundo y caen en las redes del amor, ancianos que temen una jubilación con escasos recursos… En la obligada brevedad de los diálogos percibimos la hondura de sus emociones y pesares y las contradicciones que los abruman.


Historia de una escalera
es de esas obras que, en España, son de lectura obligatoria. Yo mismamente tuve que leerla, si no recuerdo mal, en segundo de Bachillerato. No obstante, reducirla a lectura obligatoria es restarle gran parte de su valor como una imprescindible del teatro español, ganadora del Premio Lope de Vega. Una obra atemporal que, si ya retrataba acertadamente la sociedad de su época (primera representación en 1949), sus principios clave siguen estando presentes en pleno 2023.


Y es que Historia de una escalera es historia de una estanqueidad. Algo así como una Aquí no hay quien viva del teatro, pero mucho más corta, mucho más asequible, lectura asumible en una tarde, y con un importante trasfondo social que retrata el inmovilismo de la sociedad. Una sociedad española de posguerra en la que, no importan los sueños o aspiraciones con los que uno emprenda la jornada, está destinado a repetir los errores de los padres (observemos si no el caso de Fernando y Carmina, referencia muy esclarecedora para quienes ya hayan leído la obra) y permanecer en cual sea la casta que hayan nacido por el resto de sus vidas.


Historia de una escalera


La estanqueidad no es solo explícita; también simbólica: no importa cuantas generaciones de familias españolas se sucedan, los tres actos ocurren en el mismo rellano. Algunas de las viviendas se ven habitadas por familias de mayor poder económico, de eso no cabe duda en el tercer acto, pero el hecho de que el espacio físico en el que transcurre la obra permanezca invariable es otra señal, muy clara además, de ese inmovilismo e incapacidad para ascender y cumplir cierto anhelo de posicionamiento social.


Antonio Buero Vallejo
Antonio Buero Vallejo (Guadalajara, 1916-Marid, 2000)

Buero Vallejo carga de significado su obra sin caer por ello en complejidades excesivas o rellenos mundanos. Historia de una escalera se confecciona, vuelvo a decir, para un público generalizado, hecho que se ve aún más potenciado bajo la edición de Vicens Vives (la aquí en tratamiento) con anotaciones que amenizan aún más una obra de por sí escrita en un lenguaje ligero (pero que no viene mal cuando se plantea para un uso didáctico de secundaria) y una introducción para realizar un estudio, aún más a fondo, de la obra.

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2 Comentarios

  1. Respuestas
    1. ¡Muchas gracias! Efectivamente, es un clásico muy interesante y ameno.

      ¡Gracias por comentar y felices fiestas!

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