Naruto - Reseña Anime

Naruto es un joven ninja que vive en la Aldea de la Hoja y sueña con convertirse en Hokage, líder de su aldea. A pesar de su poca habilidad, se mantiene optimista y perseverante, nunca se rinde, y lucha por perseguir sus sueños junto a Sakura, su amor platónico, y Sasuke, su rival jurado.

• Título: Naruto (Shippuden)
• Adaptación: Manga
• Géneros: Acción, Drama, Aventura, Comedia
• Duración: 720 capítulos
• Estudio: Pierrot
• Dirección: Hayato Date
• Guión: Junki Takeyami, Yasuyuki Suzuki, Hiroshi Hashimoto
• Diseño de personajes: Hirofumi Suzuki, Tetsuya Nishio
• Música: Toshio Masuda
• Emisión: 3 de octubre de 2002 - 23 de marzo de 2017

Desde una perspectiva comercial, Naruto es un bombazo más de la Jump que, como Dragon Ball con Dragon Ball Super, o One Piece con una de las serializaciones más largas habidas y por haber, se mantiene vivo en nuestros días a golpe de continuaciones, videojuegos, y proyectos animados que acompañan a la franquicia.

No obstante, casi una década después de que una obra tan longeva y mítica termine su publicación original (recordemos que Boruto sigue a cuestas y estrena segunda parte), decido que es buen momento para aventurarme no al formato original, largo pero relativamente asequible, sino al anime aquí en reseña: uno cuyo ritmo, a santo de relleno desperdigado a lo largo de 720 capítulos, puede llegar a ser exasperante.

Y es que recuerdo con especial cariño algunas sagas de relleno, vamos a llamarlas inventadas, como aquella de Kakashi ANBU, o el pasado de Itachi. Sin embargo, la tónica general es que, sobre todo en Shippuden, supongan un inciso generalmente largo en la narrativa y que prometo que, de haber visto la serie en emisión sin opción a omitirlo, habría supuesto que la dejara de lado. Sobre todo cuando hay veces en las que está tan fusionado con la trama canon que resulta complicado omitir según qué partes sin sentir que te has perdido algo.

Rellenos aparte, comencé a ver Naruto a cuenta de la popularidad que, a santo de su 20º aniversario, adquirió en mi timeline de Twitter. Y no es que hasta entonces desconociera su existencia ni nada del estilo: había visto capítulos sueltos en televisión. 

No obstante, mis circunstancias han cambiado, y en lo que antes no quería perder el tiempo con series largas porque me encantaba tragarme cuantas más obras de las que pudiera escribir mejor, ahora no escribo tanto, y prefiero series que me mantengan más tiempo ocupado y menos tiempo pensando en qué será lo próximo que veré. He ahí que, para mí, sus 720 capítulos fueran un aliciente de cara a comenzar a verlo ahora que, por azar del destino, me había llamado la atención.

Y mirad: no me arrepiento. Al comienzo dudaba. Dudaba porque la endemoniada Naruto tiene, para mi gusto, un comienzo bastante lento. Yo recordaba con cariño la chicha de aquellos pocos capítulos de Shippuden que había visto en televisión, y es que no tenían nada que ver con el rollo que la serie manejaba al inicio: los ninjas, para bien o para mal, parecían ninjas de verdad, de esos que igual aparecían en Rantaró, el Ninja Boy, con sus trampas y chismes. Sin embargo, no le encontraba la gracia. 

Las peleas me parecían excesivamente lentas y pausadas. Con muchas interrupciones que vaticinaban que, si el ritmo normal era este, no quería vérmelas con el relleno. Prefería por mucho la espectacularidad de esos ninjas que encabezaban mechas del Kyuubi, Susanoo, entre otras manifestaciones de Chakra, al sencillismo de peleas como la de Haku y Zabuza. Aún si ello involucraba alejarse del concepto más inicial y decantar la balanza hacia la epicidad de los superpoderes.

Bueno o malo, es lo que Shippuden, y la original Naruto a partir de cierto punto, ubiquémonos si mi memoria no me falla en torno a los exámenes chūnin, me dan.

No comulgo con la parte romántica de la serie, véase la manera en la que Sakura se enamora de Sasuke y todo de lo que ello deriva. No obstante, sí que me encantan los típicos protagonistas cabezotas que presumen de justicia y valores de una manera tan alocada como lo hace Naruto. Protagonistas que, de un modo completamente distinto a como por ejemplo lo hacen Bocchi en Bocchi the Rock! o Thorfinn en Vinland Saga, me inspiran a seguir mejorando en el día a día y tratar de entenderme con los demás.

• La adaptación animada de Naruto cuenta con una gran cantidad de relleno, inédito en el manga.
• Naruto es un fenómeno mundial, traducido a más de 40 idiomas, en el que se basan numerosos parques temáticos y atracciones turísticas, como el Naruto & Boruto Shinobi Zato de Nijigen no Mori, o el Naruto World de Zhejiang (China).
• El nombre de Naruto está relacionado con su comida favorita, así como con una de sus técnicas más poderosas y recurrentes.

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