Hablemos de FeminismoS es, como vengo adelantando en su título, el nuevo libro de Carla Galeote. El único, también. Es una introducción a lo que, para ella, es feminismo, tanto desde una perspectiva mayormente personal, esto es, la historia de vida que la ha llevado a ser la mujer, activista, feminista e influencer que es, como desde una perspectiva más histórica, olas feministas, tipos de feminismo (marxista, liberal, transinclusivo, interseccional...), etcétera, que han conducido a su visión del feminismo contemporáneo. Es por tanto una obra que divulga, pero más que una cosita científica, es una cosita personal. Un pedacito de Carla que, aunque cumple con esa función de introducción básica y aporta una bibliografía y glosario la mar de informativos, es historia personal de Galeote. Con una marcada orientación para fans de la influencer.
Con un vocabulario, a su vez, muy de jovenzuelo. De cuasi adolescente que pasa más tiempo en las redes que ayudando en casa y no tendrá mucho problema en adaptarse a la jerga de este libro. Porque si algo me hace sentirlo en tierra de nadie, es justamente el estilo con el que está escrito, el empleo de un vocabulario eminentemente digital. Términos como bodycount que lamentablemente ya a mi corta edad me producen extrañeza por haberlos escuchado en un contexto muy concreto, particular y eventual hacen que sea una introducción casi incapaz (actúa en este aspecto el glosario de salvavidas) de introducir a gente, bien de una edad más avanzada, bien poco avezada en redes. Con poco valor en lo epistemológico, además.
Es un libro que rezuma Twitter y TikTok por sus cuatro costados, producto de una veinteañera que, por motivos de activismo y un gusto desmesurado a la política, pasa mucho tiempo en RRSS. Redes a las que, a su vez, y sin desmerecer todo el trabajo que pueda haber detrás, debe esa fama, esa posición de influencer en capacidad de escribir un libro que no autopublicado. Es ahí donde, Hablemos de FeminismoS, es producto de un activismo eminentemente digital. Como su vocabulario. Una relación bilateral en la que, a través de las redes, Carla trata de influir en el mundo dejando huellas en forma de ideales progresistas pero, a su vez, son estas mismas redes las que influyen en su forma de ver el mundo y, por supuesto, en la forma que tiene de comunicar: también en el público hacia el que va dirigido su obra (hecho que explica gran parte de mi crítica hacia la disonancia estilo – contenido).
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