Sin Aliento, misterio e idiosincrasia de una psiquiatra literata

Ilsa J. Bick Reseña Sin Aliento


Sin Aliento es una novela de misterio con un innegable componente romántico cuya autoría corresponde a Ilsa J. Bick, una especialista en novelas de ciencia ficción y fantasía quien, en su momento, ejerció de psiquiatra forense e infantil. Dato importante en la medida en que, sin desmerecer su actual carrera como escritora, o su licenciatura en Literatura y Estudios cinematográficos, explica en gran medida el acierto con el que ciertos tópicos de la salud mental han sido retratados en la obra. Y la importancia, por supuesto, de la destrozada psique de la protagonista.


Introducciones aparte: en Sin Aliento un servidor se pone en los zapatos de Bob, o Bobby. Un policía que está interrogando a esa misma protagonista en vete tú a saber si lo que es una escena del crimen, un accidente, un malentendido..., y escuchando lo que la misma, como parte del interrogatorio, ha grabado a través de un casete; la narrativa se organiza por archivos de audio y distintas carpetas de almacenamiento.



Es a través de esa misma narrativa que estamos sujetos a las propias limitaciones de Bobby, o puede que incluso más. Porque Bobby puede elegir intervenir en la obra cuando quiera, en tanto que nosotros no.

Somos Bobby, vemos a través de Bobby, pero no ejercemos como Bobby, sino como un espectador pasivo en primera fila quien debe mantenerse expectante y unir las piezas, entre los recuentos de vida de la chica, hasta llegar a la conclusión final. Una que, aunque no termina de definir elementos tales como la relación de abuso, de amor, de pederastia, de la etiqueta que sea que queramos colgarle al romance de la obra, no se me ocurriría calificar de alegre o final feliz. Por mucha interpretación que pueda darse.


Porque, aunque podamos entrar a debate sobre si una persona en circunstancias x puede querer a una persona en circunstancias y sin caer en rollos dependientes, nada cambia el hecho de que, en realidad, ambas personas están rotas. Por dentro (problemas personales) y por fuera (dinámicas destructivas, abuso de poder).


Ilsa J. Bick Reseña Sin Aliento


No hay final feliz. Es un facto que, lejos de destripar los últimos compases, se presenta al inicio en tanto que comienzo in medias res. Lo que resta tras una amalgama de conflictos con toda clase de gentes en Sin Aliento es asfixia, muerte invisible, pedacitos rotos de personas que no han podido recomponerse; la vida no les ha concedido la oportunidad, si acaso una falsa plenitud durante momentos x de la narrativa.


Ilsa B. Jick no termina ahí. Su faceta más psiquiátrica se hace patente impregnando la obra de migajas que se suceden sin fin: la heredabilidad de trastornos, la muerte invisible como una asfixiante y poco tangible, la falsa plenitud, la tendencia de las personas rotas a caer en relaciones abusivas, y la evidente falta de apoyo al sector de la salud mental y hacia quienes más adolecen estas carencias. Como elementos que hacen, de Sin Aliento, una obra más concientizadora y humana, alarde de todas esas cicatrices de vida que perduran en el alma.

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