Tras años de servicio a la franquicia de Shingeki no Kyojin, Wit Studio abandona el barco para que una ambiciosa MAPPA, a cargo de otros éxitos en simultáneo como Jujutsu Kaisen, tome las riendas y aporte un valor diferencial.
Porque esta última
temporada, con 16 capítulos a emitir, busca enaltecer los grises de
los que Isayama dota a su obra más de lo que ya lo hacía Araki,
cuya batuta épica se deja caer en pos de un estilo y aspecto más
sobrios que acompañen a lo ya mencionado: ese toque, esa diferencia.
La perspectiva es otra. Eren ni siquiera es, al menos en estos primeros cinco capítulos, un personaje tan recurrente como sí lo es ahora Reiner, a quien acompañamos y comprendemos a la par que atamos cabos y surgen otras tantas dudas dispuestas a llamar la atención y dar un golpe en la mesa: la obra de Isayama es una que aspira a estar perfectamente hilada.
The Final Season
construye nuevas capas sobre lo que abría como un juego de
supervivencia “humano versus titán” y cerraba en plan de “todos
al otro lado del mar son el enemigo”.
«Soy como tú, Reiner. Lo soy desde que nací»
Los objetivos e intereses personales acaban por hacer de la falta de entendimiento y
desigualdades una realidad patente y a catar. Tanto dentro como fuera
de los muros.
La opresión de un Eldiano de categoría
como Willy Tybur nada tiene que ver con la discriminación
extranjera, las aplicaciones militares de Marley o la reclusión y
enfado de Paradis. He ahí lo que,
experiencias vividas en mano, hace del rugido de Eren, cierre del
capítulo quinto, uno resuelto a matar.
Más que gozar del Retumbar como una herramienta con la que continuar con la pataleta de acabar con todos los titanes y asesinar de la forma más cruel a según qué traidores, su nueva resolución, llamése de héroe o villano, es la de reconstruir en búsqueda de la libertad. Ese concepto que surgió en los primeros compases y hoy día, aún con tanto cambio, sigue siendo el leitmotiv de la obra y objetivo a alcanzar. Una estela extensa e intensa que ya no solo compete a Eldianos, seguidores de Ymir o habitantes de Paradis, sino a todo el que abrace la supervivencia bajo el ideal jaegerista.
Así, y aún con su parte
de detractores, esta última recta final pega un giro de 180 grados
en forma y contenido. Estilístico y argumental.
Shingeki no Kyojin
ha abandonado completamente ese rollo bombástico. Mantiene su tan
típico lenguaje visual, véase las líneas que abundan en el rostro
a menudo y hacen de pareja a la intensidad y desesperación, pero es,
como poco, otra cosa. Más elegante en su conjunto. Más sucio
en su composición. Más de necesitar sentarse a prestar atención y
enfocarse no tanto en las palomitas, sino en los pequeños detalles.
En el lenguaje corporal, mismamente, que gesticula Eren durante el
discurso de Tybur.
La cuarta temporada es una que, aunque pueda no ser del gozo de aquellos tan apegados al marcado estilo de Araki, reclama mi interés como ninguna de las tres anteriores. Evita distorsiones, se apega a la crudeza; es un tono que, sin ánimo de despreciar el trabajo anterior que tantas horas me ha dado de diversión, se adapta al cambio de escenario y bando enfatizando en la transición. En un intercambio de ideas y visiones genuino que, seriamente, creo que prefiero por sobre lo anterior.
6 Comentarios
Tiene tanto mi interés, que por primera vez en años, estoy viendo una serie en emisión. El como aún se mantiene toda la discusión sobre la libertad pero ahora en un contexto muchísimo más grande y crudo es el camino que no me esperaba, más que agradezco.
ResponderEliminarY además que MAPPA, aún considerando todo, lo está haciendo más que decente, lástima por ese fandom tóxico tan lamentablemente común de estos tiempos.
Muy emocionado por lo que vendrá, no pensaba que me volvería a sentir así:
(Por cierto, es un gusto volverte a leer!)
¡Buenas! Me alegra que te haya gustado, tanto lo que llevamos de temporada como la entrada.
EliminarIntentaré escribir más a menudo. Un saludo y muchas gracias por los ánimos. ^^/
Hola :) me ha gustado muchísimo tu analisis de lo que va de emisión de la ultima temporada de SNK. El cambio de estudio creo que ha sido un punto positivo. Por otra parte, los sucesos acontecidos hasta ahora han dejado huellas imborrables en cada uno de los personajes protagonistas y me gusta ver como todo comienza a tomar sentido, como cada uno escoge su camino hacia la redención o la venganza. Espero que el final sea magnifico, porque el manga y el animé se lo merecen.
ResponderEliminarCon Eren tengo sentimientos encontrados en esta etapa y bueno, ya iremos viendo como se cierra toda la trama. Definitivamente en esta temporada no se puede perder ni un solo segundo de vista el capítulo, o ya te quedas perdido.
PD: Te encontré por la iniciativa Seguidores de Asia, así que me quedo por aquí. Te invito a visitarme si gustas.
Gran post. Un abrazo ^^!
¡Hola! Me alegra como al que más que te haya gustado y que, por supuesto, estés disfrutando de la temporada, que menuda se ha formado con las condiciones de producción y el acoso (incorrecto) hacia el staff (también incorrecto, como si fuese cuestión de talento o vagancia...).
EliminarVisitaré tu blog también. Me alegra que la iniciativa sirva para conocer a otros creadores de contenido del tipo. ^^/
Un saludo y gracias por comentar.
Hola! me recomendaron mucho este anime, pero aun no mi anime con el, a mi novio le costo la primera temporada, pero ahora dice que le encanta. Algun dia me pondre con el. Me quedo como nueva seguidora y te invito a pasar por mi blog si te apetece. Besos
ResponderEliminar¡Muchas gracias por comentar! La primera temporada se hace más larga que las demás, casi que diría que está más estirada. Si te pones al día espero que lo disfrutes. Un saludo, y prometo que me pasaré. ^^/
Eliminar