Pero anécdotas aparte,
la recuerdo no como una de tantas obras de Rumiko Takahashi, de quien
se suelen hablar maravillas, sino más como una serie “desvinculada”
de su autora, una para la que apelo más a la nostalgia y no tanto a
la maestría de quien es su creadora.
Con todo ello, Hanyou no Yashahime es una serie con mucho que aportar para fans pero nada que ofrecer al resto del personal. Porque no hay excusa: la producción no es nada que a simple vista mejore mucho con respecto a la modestia que caracterizaba, a veces para mal, al anime del que parte. Y luego hay diálogos, momentos como el de Towa, adolescente "inadaptada" (por eso de que es una mujer pero pelea y viste con ropa estereotípicamente masculina) que entiende que el mundo es un asco y se rige por estereotipos de género binario, que tengo que condenar. Porque choca.
En pleno s. XXI choca que sigamos dándole semejante bombo, incluso en medios de comunicación y de entretenimiento, a la idea de que los estereotipos de género son una realidad a la que adherirnos: que una mujer no puede pegar, ni siquiera en defensa propia, porque eso la hace menos femenina. Que debemos limitar nuestro vestuario a lo socialmente aceptado. Que Towa, una chica que prefiere vestir por comodidad con ropajes comúnmente asociados al hombre y no tiene problema en intercambiar golpes con quien se pase de listo, no puede ser ella misma. Porque si no su hermana llora. Y entre educar en raciocinio e igualdad y reprimirse a uno mismo toca tirar por lo segundo y convertirlo en una especie de mantra para el que el sexismo hace acto de presencia: aflora la idea de que por ser mujer no se puede ejercer la violencia.
Meteduras de pata aparte, vuelvo a lo dicho: Yashahime: Princess Half-Demon es una serie para entusiastas. Sobra decirlo, pero a diferencia de otras como la reciente The God of High School no veo nada que sobresalga y por lo que merezca la pena tragarse una historia que pueda no interesar o, según el caso, ni siquiera entenderse. La autora responsable de InuYasha tampoco se hace cargo del guión de esta nueva continuación (más allá, y de manera indirecta, del primer capítulo, que adapta el extra ideado para recaudar fondos por el terremoto y tsunami de Japón en 2011), y sin una impronta personal del todo clara Yashahime basa su valía en la nostalgia, la curiosidad por revivir y averiguar unos hechos de años después que podrían o no estar a la altura, pero a corto plazo (3 capítulos) se presentan como algo sólido y atrapante (insisto, para alguien a quien InuYasha le caló hondo y catapultó en gran medida al medio) que planeo seguir y disfrutar.
1 Comentarios
¡Buenas! Me gustaría formar parte.
ResponderEliminarEn estos momentos mi vida es un poco caótica, por decirlo de algún modo, pero trataré de leer a detalle en cuanto pueda. De mientras, puedes contactarme para concretar o explicarme lo que sea necesario a través de mi Twitter si gustas: @AnimalSpec. También dispongo de gmail, aunque no estoy taaan atento.
¡Un saludo!