Junk Dog es un boxeador callejero sin nombre e identidad quien junto a Gansaku Nanbu, su entrenador, aspira a entrar en Megalonia y hacerse con un campeonato hasta ahora reservado a aquellos boxeadores de cierto renombre y clase social.
- Título: Megalo Box
- Adaptación: Original
- Géneros: Spokon, Ciencia Ficción
- Capítulos: 13
- Estudio: TMS Entertainment, 3xCube
- Director: You Moriyama
- Guión: Katsuhiko Manabe, Kensaku Kojima
- Diseño de personajes: Hiroshi Shimizu
- Compositor: mabanua
- Emisión: 6 de abril de 2018 - 29 de junio de 2018
Hará cosa de un año se emitió Megalo Box, un tributo que incluso en lo visual busca homenajear a Ashita no Joe y recordar que la leyenda de los setenta sigue viva. Reinventando lo que en su momento la hizo grande, Megalo Box nos pone en la piel de Junk Dog —también conocido como Gearless Joe—, un boxeador sin nombre que se gana la vida vendiendo peleas y estafando a quienes apuestan en sus combates en compañía de Gansaku Nanbu, su “entrenador”.
La narración comienza in medias res, la ambientación es un Japón cyberpunk, y el boxeo ya no es boxeo sino megaloboxeo, un deporte en el que, entre otros cambios tales como no dividir por categorías según peso, los boxeadores se ven apoyados por una suerte de armadura llamada Gear. Pero la idea no deja de ser la misma que en la obra en la que se basa, y tal reinvención no hace sino acentuar el contraste existente entre quienes pertenecen a una buena clase social y pueden invertir en tecnología puntera, y quienes como Gearless Joe no pueden aspirar a más que creer en el talento propio.
He ahí el filón por el que, como Yabuki Joe en su momento, sorprendería a un entrenador de primera quien vería en sus puños un deslumbrante mañana hasta ahora exclusivo de aquellos boxeadores con recursos. La inclusión de Joe en el ring es por tanto una revolución: en una época en la que el boxeo no se concibe sin el uso de un Gear que potencie las capacidades del usuario, aparece un megaloboxeador que reniega de estos y en cuestión de meses logra pararse en el mismo ring que el campeón de campeones Yuri. Su Gear es no tener Gear, su único as en la manga es aprovechar la ausencia del mismo y por tanto el tiempo de reacción que gana frente a la mayoría de rivales, pero su esencia es la de un boxeador auténtico y real.
En cualquier caso, el equipo “Ningún Lugar” de Joe no lo tendrá fácil. El ascenso a la cúspide del Everest no es algo que se haga en una noche, y del mismo modo pasar de ser alguien que ni siquiera cuenta con el reconocimiento de su ciudadanía a todo un campeón no es moco de pavo. Si bien el camino que recorren Junk Dog, Gansaku Nanbu, y el más reciente fichaje Sachio, es común a los tres, cada uno cuenta con objetivos distintos y dispares así como fantasmas del pasado a los que deberán hacer frente y dificultarán aún más el campeonato para Joe, un perro hambriento que en su momento habría sido toda una eminencia pero hoy día, y considerando aquello en lo que ha derivado el boxeo, es toda una incógnita.
El ritmo es ajustado, el que solo sean trece capítulos es una limitación importante en comparación a la leyenda que en Ashita no Joe se forja durante 126 capítulos, pero Megalo Box se erige como una obra con identidad propia. Aunque parte de la gracia creo que radica en haberse visto la obra a la que hace homenaje y desentrañar las cientos de referencias incorporadas, tanto Junk Dog como Yuri son quienes son con o sin el conocimiento de que son referencias andantes hacia Rikiishi Tooru y Yabuki Joe. Podrán tener más o menos gracia dependiendo de la perspectiva con la que se mire, pero sus personajes funcionan y se cimentan en algo más que actuar como paralelismos a una serie del siglo pasado.
Como una producción llevada a cabo con objeto de celebrar el 50 aniversario de Ashita no Joe cumple sobremanera en la medida en que hay referencias por y para todos los públicos, desde las más obvias tales como el sobrenombre de King of Kings para Yuri hasta el mítico “¡Levántate, Joe!”. Busca ser un gigantesco guiño de cara a quienes hemos disfrutado acompañando a Yabuki Joe en su periplo por los barrios bajos de Japón y lo consigue.
Pero como obra a secas tampoco se queda atrás. Capítulos como el once constituyen sin necesidad de mirar atrás experiencias cargadas de emociones y significado, véase el que Gearless Joe aparezca portando un Gear como muestra de renuncia y sea en ese mismo ring donde definitivamente se convertirá en algo auténtico, venciendo frente a la marginalidad y el inmovilismo social.
Su público no se limita a fans; Megalo Box es tan independiente como cualquier otra, no solo porque pueda verse sin saber siquiera de la existencia de la obra en la que se basa, sino porque no depende de esta para su disfrute. No trata de emular algo inigualable, sino que se sostiene por sí misma. Con o sin nostalgia y retrospección, es una serie realmente amena y disfrutable para la que la emoción está servida.
- Megalo Box cuenta con unos especiales lanzados junto a los Blu-ray. Además, un manga publicado en la Shonen Magazine Edge a cargo de Chikara Sakuma adapta la serie de TMS Entertainment.
- Megalo Box se basa en Ashita no Joe, una adaptación de los años 70 dirigida por Osamu Dezaki.
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3 Comentarios
Tu reseña me encantó, con todo lo que dijiste me dan ganas de verlo así que cuando termine los que tengo pendientes seguro me lo empiezo. Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarxoxo
(Te invito a pasar por mi blog, el tuyo me ha encantado)
¡Muchas gracias a ti por leer! Me pasaré por tu blog. ^^/
EliminarTraté de no leerlo todo, ya que no quería más spoiler. Lo estaba viendo y desde el inició ví algunos guiños a "El Campeón", como la actitud rebelde de Junk dog, el entrenador borracho, la multimillonaria que controla el megalobox, etc. Saludos.
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